La lluvia muy de mañana
promete un año bueno
no porque tengamos canas
beneficia a este terreno.
Que se aumenten los aperos
para sembrar esos trigos
antes que nada los yeros
siendo sembrados de amigos.
Lo conservo en mi memoria
cuando yo era un chaval
que da el consejo la historia
siendo fácil recordar.
Por San Francisco mi padre
de yeros sembró un costal
y creyendo que era tarde
no los quiso ni escardar.
Los sembró con sus aperos
en medio de un brocinar
y se criaron los yeros
como buenos sin igual.
Un año apacible y bueno
se entretuvo en producir
un sembrado tan ameno
caricia de producir.
Ochenta costales llenos
y de semilla un costal
preguntarle a mis hermanos
que pintaron un costal.
Y yo me lavé mis manos
tan creyente por igual
del fruto que celebramos
siendo un ingenio el labrar.
PACO GORDO
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